La Comisión establece la orientación para la pesca sostenible y pone en marcha consultas sobre las posibilidades de pesca de 2019.También ha hecho un balance de la implementación de la Política Pesquera Común de la UE y lanzó el proceso para acordar oportunidades de pesca para 2019.Esta Comunicación reafirma el compromiso de la Comisión de promover una industria pesquera que sea ecológicamente sostenible y económicamente viable.
La Comisión solicita contribuciones a los Estados Miembros; a los Consejos consultivos, la industria pesquera y las ONG; y ciudadanos y organizaciones interesados. En otoño, la Comisión presentará sus propuestas para las oportunidades de pesca de 2019 en las aguas de la UE en el Atlántico (incluidas las poblaciones de aguas profundas) y en los mares del Norte y Báltico. Las oportunidades de pesca en los mares Báltico y del Norte se propondrán de conformidad con los planes correspondientes. Las propuestas de la Comisión se basan en el asesoramiento científico independiente proporcionado por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ISEC) y otros organismos independientes, así como en el análisis económico proporcionado por el Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (CCTEP). El Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea finalmente acordará la asignación de las posibilidades de pesca.
El comisario Karmenu Vella, responsable de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, señaló que: «Restaurar la salud de nuestros mares y océanos no es una opción, es un imperativo, y la UE debe seguir liderando con el ejemplo. Los loables esfuerzos de nuestros pescadores en la última década están empezando a dar sus frutos: muchas de nuestras poblaciones de peces, aunque están lejos de todos, están volviendo a niveles sostenibles. Sin embargo, ahora no es un momento para la complacencia. 2019 será un año crucial para lograr nuestros objetivos compartidos. Trabajando codo a codo – pescadores, industria, sociedad civil y autoridades – continuemos esforzándonos y mantengamos nuestras ambiciones altas para nuestro océano. Espero con interés trabajar estrechamente con todas las partes «.
La Política Pesquera Común de la UE establece el objetivo de alcanzar el rendimiento máximo sostenible (RMS) lo antes posible y, como máximo, en 2020. El RMS contribuye a la conservación sostenible de las poblaciones y permite la maximización del suministro de pescado de la pesca. Esto a su vez contribuye a asegurar una industria pesquera de la UE rentable y áreas costeras prósperas para el futuro, y a alcanzar un buen estado ambiental en los mares europeos para 2020. Los últimos años han progresado significativamente hacia los objetivos de la PPC, especialmente en aguas del norte y oeste, donde la sobrepesca ha disminuido considerablemente, mientras que la biomasa ha aumentado y, en 2016, en promedio fue casi un 39% superior a los niveles de 2003.
Por el contrario, avanzar hacia una explotación sostenible en el Mediterráneo y el Mar Negro sigue siendo un desafío. Esto se debe en gran parte a la naturaleza multiespecie de la pesca, al hecho de que varias poblaciones de peces se comparten con terceros países y al bajo número de poblaciones de peces evaluadas anualmente por organismos científicos. Si bien se están explotando un pequeño número de poblaciones a niveles sostenibles, por ejemplo, el camarón rosado de aguas profundas y el salmonete en el sur y el centro del Mar Tirreno, la biomasa promedio en el Mediterráneo no muestra ninguna mejora desde 2003. No obstante, se han realizado importantes esfuerzos se despliegan para revertir la situación, tanto a nivel de la UE como con nuestros socios internacionales. «Estas iniciativas dan lugar a un optimismo cauteloso. Solo la semana pasada, los países del Mar Negro se suscribieron a la Declaración de SofíaBuscar traducciones disponibles del enlace anterior con un ambicioso plan de acción de 10 años sobre la pesca y la acuicultura sostenibles. Esto siguió a partir de la declaración 2017 Medfish4ever, que compromete a los países de todo el Mediterráneo a restaurar las poblaciones de peces en esta importante cuenca».
En los últimos años, la flota de la UE también ha registrado una mejora significativa en su rendimiento económico general, con unas ganancias netas récord de 1.300 millones de euros en 2016. Los salarios medios y la productividad laboral también han aumentado. La mejora general en la rentabilidad coincide con un aumento en el número de poblaciones pescadas a tasas consistentes con el objetivo de alcanzar el RMS y un aumento asociado en la biomasa de estas poblaciones. Esto confirma que las pesquerías sostenibles abordan no solo las preocupaciones ambientales sino también las sociales y económicas.
A partir de 2019, la obligación de desembarque, es decir, el requisito de que los buques de la UE eviten los descartes y lleven a puerto todas las capturas, debe incorporarse por completo. Este será un logro clave para la pesca sostenible de la UE y se han logrado importantes avances. Para las pesquerías pelágicas y la pesca en el Mar Báltico y el Mar Negro, la obligación de desembarque ya está plenamente implementada. Para las pesquerías demersales, ha habido un aumento general del alcance de la obligación de desembarque en volumen del 35% al 44% desde 2017.
En el Mediterráneo, alrededor del 66% de los desembarques totales se encuentran actualmente bajo la obligación de desembarque. En el Mar Negro, desde 2017, la obligación de desembarque cubre todas las capturas de las especies sujetas a TAC, es decir, espadín y rodaballo. Pero se necesitarán esfuerzos adicionales para alcanzar la fecha límite acordada para 2019. La UE está dispuesta a apoyar a los pescadores en este proceso, incluso a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP). Del mismo modo, la reciente propuesta de la Comisión para mejorar el sistema de control de la pesca de la UE facilitará, entre otras cosas, la aplicación de la obligación de desembarque.
