El pasado día 26 de mayo empezó oficialmente la temporada de pesca de atún rojo en el Mediterráneo. Los seis barcos atuneros del levante español, zarparon entre la noche del 26 y la madrugada del 27 en dirección al caladero balear, donde entre las seis, tenían derechos propios para capturar más de 1.542 toneladas de atún. Los acuerdos comerciales y compra de derechos de cuota a otros sectores, hicieron que las capturas del sector atunero del cerco las aumentara hasta las 6.670 toneladas.
El cerco atunero del Mediterráneo capturó en pocos días 6.670 toneladas de atún rojo
Los barcos atuneros del cerco de todo lo Mediterráneo salieron a pescar su cuota de atún rojo, una especie que estuvo en peligro hace unos años, pero que después del plan de recuperación iniciado en 2006, se ha recuperado de tal manera, que no solo ya no está en peligro, sino que está causando problemas a otros sectores pesqueros como el cerco del pescado azul catalán, que la hace culpable de esquilmar sus caladeros, puesto que la sardina y el boquerón, están dentro de su cadena de alimentación.
Una gran parte de esta, más del 87% se lo llevan sectores como las almadrabas de Cádiz, la flota del cerco de Catalunya y Murcia, la flota de cañas y línea de mano del Estrecho, la flota de Canarias y la flota de cebo vivo del Cantábrico.
Mientras las cuatro almadrabas de Cádiz tienen una cuota de 1.479 toneladas, los seis barcos del cerco atunero se llevan 1.531 toneladas. Después de tres años en que las cuotas se han ido incrementando progresivamente en casi un 20%, el hecho de que en 2020 y a causa de la pandemia no se pudiera hacer la reunión del ICCAT y por tanto, no se pudieran presentar los estudios científicos sobre los stocks de atún, ha hecho que este año no haya habido incremento y se haya mantenido la misma cuota del año pasado.
Si nos ceñimos a las barcas del cerco, hay cuatro barcas con base en el puerto de l’Ametlla de Mar(Tarragona), Tio Gel(257 T.) II y la Frau II(297 T.) que son propiedad del grupo Balfegó, a las que se tiene que añadir la Gepus(212 T), con acuerdos comerciales con el Grupo Balfegó. También encontramos el Barco Leonardo Brull(247 T.), con acuerdos comerciales con el Grupo Fuentes e Hijos de Murcia. En las últimas temporadas, hemos visto que tanto el Grupo Balfegó, como el grupo murciano, han incrementado sus capturas a raíz de comprar y llegar acuerdos comerciales con las cuotas de otras embarcaciones francesas e italianas, y otros sectores pesqueros como los palangreros, y las flotas de cebo vivo de Cantabria o las líneas de mano de Andalucía.
Esto ha hecho que por ejemplo, el Grupo Balfegó haya tenido unos derechos de captura de 2.410 toneladas, 554,5 de las cuales, corresponde a las cuotas propias de la Tio Gel II, la Frau II y 212,7 a la Gèpus con acuerdos comerciales. 723,5 toneladas más corresponden a las cuotas de cinco barcos franceses, 212,5 toneladas a Palangreros propios y 705,9 toneladas más de cesiones de cuotas otros sectores. Estos barcos contaron con el apoyo de dieciséis remolcadores y cinco embarcaciones
auxiliares. La campaña, liderada y coordinada por Balfegó, ha generado este año más de 200 puestos de trabajo directos.
Este año, gracias al hecho que cada vez los bancos de atún son más grandes y con ejemplares de más peso, el Grupo Balfegó ha adquirido una nueva tecnología que se ha sumado al sistema que ya incorporó a sus barcos la campaña anterior y que les ha permitido hacer una estimación ajustada del número de ejemplares y su peso medio, antes de empezar la operación de pesca. Con esto han conseguido evitar la captura de bancos de atunes excesivamente voluminosos, los cuales provocaban
complicaciones operativas.
La empresa catalana también ha puesto en marcha esta campaña un protocolo experimental para velar por la seguridad de los marineros durante las tareas de pesca, al mismo tiempo que mejora el bienestar de los ejemplares y ayudar a incrementar las ratios de calidad del producto.
Pere Vicent Balfegó, copresidente del Grupo Balfegó, explicaba que,»con la perspectiva de que cada año las molas eran más grandes, hemos activado un protocolo para evitar pescar estos bancos de peces, puesto que lo que hacen es romper la red y perjudicar el estado de los mismos atunes. Al encontrar juveniles en la costa, los atunes grandes también vienen y cada vez son más grandes. Este era un problema que nos ha obligado a adquirir tecnología para cuantificar en piezas y en kilos como son las molas antes de calar la red. Es nuestra responsabilidad velar para que los atunes lleguen con las mejores condiciones y el menor estrés
posíble «. Toda la tripulación pasó, tal como sucedió en la anterior campaña, pruebas PCR por el Covid-19 y tuvieron que hacer un estricto confinamiento durante las horas previas con el objetivo de evitar positivos durante la campaña, que los obligarían a suspender el operativo. Una vez confirmados los resultados negativos, las embarcaciones pudieron salir al mar.
En cuanto al Grupo Fuentes e Hijos, 527 Toneladas corresponden a la cuota de las embarcaciones Nuevo Elorz y Nueva Panchilleta, las cuales tuvieron la base l’Ametlla de Mar(Tarragona) hasta el 2017, y 247 toneladas más son las que corresponden a la cuota de la embarcación catalana Leonardo Brull.
En cuanto a las cuotas adquiridas a otros sectores, han supuesto alrededor de 513 toneladas, mientras que los derechos sobre las cuotas de barcos franceses han significado 2.100 toneladas y los de barcos italianos, 875 toneladas más. En total, 4.260 toneladas.
El contingente desplazado al caladero por el Grupo Fuentes e Hijos, fue de unos 40 barcos, entre las tres barcas propias, si contamos la francesa Vent du Nord II, además de Leonardo Brull, diez atuneros franceses y seis de italianos, además de auxiliares y remolcadores, movilizando 528 personas. La situación meteorológica no ha sido tan buena como en los últimos años, pero los atuneros han vuelto a protagonizar una campaña corta y parecida a campañas anteriores, volviendo a puerto al cabo de pocos días.
En quanto a las capturas, hay que recordar que tardan unas semanas, más, puesto que vuelven en el interior de jaulas estiradas a muy poca velocidad por remolcadores.
Tras nueve días de pesca, 16 de los 22 cerqueros franceses han finalizado su temporada de pesca de atún rojo. La temporada comenzó el 26 de mayo, según la normativa internacional.
Los 16 buques que faenan frente a las Islas Baleares terminaron las operaciones de pesca y transferencia el 3 de junio, y la mayoría regresó a sus puertos de origen en la noche o la mañana del viernes 4 de junio. Una vez más, los peces estuvieron presentes, según Fabrice Marin, patrón y propietario del cerquero Eric Marin. Después de los primeros días, los cardúmenes se desplazaron hacia «el noreste de Ibiza y en el canal entre Mallorca e Ibiza», lo que permitió realizar los lances.
Los dieciséis franceses que trabajan frente a las Islas Baleares en operaciones de pesca conjuntas (JFO) con cerqueros españoles desembarcan para las empresas mayoristas españolas Balfego y Fuentes. «Podríamos haber hecho nuestra cuota en dos días», atestigua Fabrice Marin, «pero el mayorista español de nuestra JFO prefirió una logística más lenta y mejor coordinada para el traslado de las jábegas a las jaulas. «
Aunque los precios anunciados al principio de la campaña eran bastante bajos, el precio de compra podría aumentar en un euro/kg, con la reapertura de los restaurantes previstos en los países europeos. Los seis cerqueros franceses que pescan frente a Malta o el sur de Italia siguen en el mar.
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