ANDRÉS ORTS
Muchas veces se confunde la pesca recreativa con la pesca deportiva, y es que el castellano es un idioma muy rico que a veces genera este tipo de confusiones, haciéndonos creer que pueden ser palabras sinónimas. Nada tienen que ver, es más, son radicalmente opuestas y aclaro a renglón seguido esta posible confusión. No explicaré de nuevo por evidente qué es la pesca recreativa, sin embargo sí aclararé qué es la pesca deportiva: se trata de la pesca no profesional realizada con caña y cuyo fin es la competición deportiva. Este es el elemento diferenciador, algo que a priori puede parecer nimio es antagónico. La pesca como deporte significa competición y como toda competición deportiva ésta está dirigida por unas normas y controlada por una federación nacional del deporte en cuestión, por lo que los pescadores deportivos sí tienen unos representantes legales que velan por sus intereses como es la federación española de pesca deportiva.PUBLICIDAD
Sin embargo, los intereses de los pescadores recreativos son muy diferentes a los de los pescadores deportivos, por eso nos sentimos desamparados, pues nadie a nivel nacional vela por nuestros intereses y estamos desprotegidos ante cualquier vulneración de nuestros derechos, algo que viene dándose cada año con más virulencia y con una perspectiva muy poco halagüeña. A modo de ejemplo citaré como fue devastada la isla de Tabarca, enclave maravilloso del litoral mediterráneo, por reiterar allí campeonatos de pesca de diferentes modalidades así como por una pesca profesional indiscriminada; al ser un emplazamiento con mucha biodiversidad garantizaba el éxito de las pruebas deportivas así como de la pesca de arrastre u otras artes muy destructivas, lo que acabó siendo casi la causa de su defunción. Esta fue la razón por la que en 1984 la isla fue declarada reserva marina de interés pesquero, la primera reserva marina de este tipo a nivel nacional y hoy ejemplo de muchas otras, algo que mucha gente confunde, pues no es una reserva donde no se pueda pescar, como podrían pensar muchos en virtud de una esperanza ecologista, sino que es una reserva donde se protege al pez para que crie y se garantice así la pesca tradicional. En esta protección de la pesca tradicional, en un primer momento se permitió que en parte de la isla los pescadores recreativos conviviéramos con los pescadores artesanales. Y todo nos fue bien hasta que un año por las buenas se nos prohibió pescar en aquella zona donde convivíamos y ya nunca más se nos permitió volver a pescar de manera recreativa en la isla de Tabarca.
Algo similar ocurrió con la reserva marina de interés pesquero del cabo de Gata, a diferencia de Alicante, en Andalucía directamente prohibieron la pesca recreativa en dicha reserva marina de interés pesquero, sin embargo, gracias a la acción de la Asociación de pesca recreativa responsable de Andalucía, diez años después de la creación de dicha prohibición para los recreativos se consiguió que pudieran convivir pescando allí junto a los artesanales. A día de hoy este cabo es un ejemplo nacional de cómo convivir estas dos modalidades de pesca que tanto cuidado y respeto suponen para el medio ambiente y por la preservación de los recursos pesqueros.
Este par de ejemplos los cito para que sea consciente el lector que sin una figura que proteja los intereses de las partes afectadas ante cualquier restricción, la parte sin defensa siempre será menospreciada y perderá inevitablemente sus derechos con total impunidad.
Los pescadores recreativos dependemos de las autonomías para poder realizar nuestra afición, pues son ellas las que gobiernan los territorios en materia de lo que a la pesca recreativa se refiere. Por ello los pescadores recreativos nos asociábamos a las diferentes asociaciones de pesca recreativa de nuestras comunidades; de hecho, estas asociaciones han sido reconocidas por el Estado como las instituciones interlocutoras entre los recreativos y la administración pública. El problema viene por la división de las autonomías, esto nos hace no ser nunca un ente de representación de peso suficiente, pues sólo se representa a una parte minoritaria a nivel nacional, lo que en su día se solucionó con una confederación de asociaciones de pesca recreativa, aunque lamentablemente esta fue disuelta en la pasada crisis de hace ya más de diez años.
Estos años de crisis han sido muy difíciles para todos, pero especialmente para la pesca recreativa, que se ha visto atacada por diferentes flancos, evidentemente el económico ha sido uno de ellos, pero el sancionador y el prohibitivo también han estado presentes. A esta situación se suma la crisis que sufrió el atún rojo, al borde del exterminio por la sobrepesca profesional exclusivamente y que hemos pagado injustamente el sector recreativo, al que nos prohíben año tras año su pesca salvo unas cuotas minúsculas y cada vez en periodos más cortos, llegando este año a solo permitirnos su pesca durante siete días. Esto son sólo algunas pinceladas del panorama al que nos enfrentamos los pescadores recreativos, una situación nada halagüeña.
La crisis del Covid-19 ha servido para la reflexión en muchas materias así como para descubrir que las reuniones telemáticas son muy prácticas y fructíferas, si hay interés en los temas a tratar. Pues bien, en la pesca recreativa española ha servido para poner de nuevo a las asociaciones regionales en contacto y desarrollar APERS, lo que se presenta como la Alianza de Pesca Española Recreativa Sostenible. APERS es la alianza de todos esos pequeños y grandes grupos de pescadores, aglutinados en un único ente que nos representa con voz propia a nivel nacional y europeo, formando parte como miembro activo del órgano de máxima representación europea para la pesca recreativa EAA (European Anglers Alliance).
La pesca recreativa se desarrolla en un medio natural que se encuentra bajo una intensa explotación y bastante maltratado por la contaminación. Conscientes de esta situación, APERS toma el compromiso de que la actividad de la pesca recreativa debe formar parte y ser un puntal para la recuperación de este medio natural que es el mar.
Nuestro objetivo contempla dos caminos: uno es un código de conducta sostenible del colectivo de la pesca recreativa y el segundo es el de establecer colaboraciones con los gestores del medio marino y con las instituciones científicas que desarrollan su trabajo en el cuidado del mar.
APERS ha sido fundada por las diferentes asociaciones autonómicas de pesca recreativa responsable existentes en la actualidad en nuestro país y en sus principios básicos asociativos están la voluntad de representar a todos aquellos grupos de pescadores de cada autonomía que lo deseen, permitiendo su adhesión a través de cada asociación autonómica como órgano de cohesión y gobierno.
APERS es sin duda la alianza de todas las asociaciones de pesca recreativa española y nace con la firme voluntad de garantizar la sostenibilidad de nuestra afición en el futuro.
«Inca, a 13 julio de 2020
Desde tiempos inmemoriales la humanidad viene pescando para complementar su alimentación; a lo largo de los años las cosas han ido cambiando mucho, hay quien ha hecho de la pesca su profesión y estamos los que lo hacemos por placer. Viviendo cerca de un mar idílico en todo el litoral español es lógico que exista una gran afición a la pesca marítima recreativa.
Los avances tecnológicos de las embarcaciones, motores, electrónica y equipos de pesca vienen facilitando en estas últimas décadas un aumento significativo de ciudadanos que habitualmente nos gusta disfrutar de nuestro mar.
A su vez las diferentes administraciones han venido legislando y regulando nuestra actividad cada vez más, muchas veces prefiriendo la prohibición a la gestión, con lo que estamos condicionados por una multitud de normas a veces difíciles de entender. El mar no es una despensa inagotable y no puede soportar una explotación descontrolada del recurso, siendo deber de la administración regular esta actividad. Tenemos que saber convivir con la pesca profesional y otros sectores con los que compartimos el medio, colaborando con quienes trabajan en la gestión e investigación del medio marino cuidando el ecosistema a fin de tener continuidad en el futuro, somos los mejores observadores y seremos los primeros beneficiados de un mar sano, biológicamente y ecológicamente sostenible.
Con el fin de aunar nuestros esfuerzos e inquietudes las diferentes asociaciones autonómicas de pesca recreativa responsable existentes en la actualidad en nuestro país decidimos unirnos en la Alianza de Pesca Española Recreativa Sostenible, APERS. Queremos representar y ser la voz de todos los pescadores recreativos que pescamos en el mar con caña y carrete, desde costa o embarcación de una manera responsable y sostenible. No estamos solos, vamos de la mano de la EAA, European Anglers Alliance.
Si crees que actuando de manera legal y responsable con el medio puedes contribuir a seguir disfrutando de tu afición por muchos años, te invito a que te unas a la asociación de pesca responsable más cercana a tu zona con lo que pasarás a formar parte de nuestra gran familia.»
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ANDRÉS ORTS es miembro fundacional de APERS
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