Armadores de España, EEUU, Ecuador y Panamá crean un fondo común para rastrear, recoger y reciclar dispositivos concentradores de peces en desuso.
La flota atunera de cerco del océano Pacífico Oriental acaba de dar un paso inédito en el camino hacia una pesca más responsable. En el marco de la 103ª reunión de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), celebrada la semana pasada, se firmó la Alianza Atunera para la Recuperación de Plantados en el Océano Pacífico Oriental, un compromiso internacional destinado a reforzar la monitorización, recogida y reciclaje de los dispositivos concentradores de peces (DCP o FAD, por sus siglas en inglés) que quedan a la deriva o han llegado al final de su vida útil.
El acuerdo fue suscrito con el impulso directo de Alfonso Beitia, Fishing Business CEO de Albacora y presidente de OPAGAC, presente en la reunión de la CIAT, y cuenta con el respaldo de las principales organizaciones de armadores implicadas en la pesquería del atún tropical en la región: AGAC, Fipesca, ATA y ATUNEC.
El corazón operativo de la iniciativa es la creación del Tuna Alliance Fund for the Recovery of FADs in the Eastern Pacific Ocean, un fondo financiero específico para financiar programas de rastreo, recogida y reciclaje de FADs.
Los armadores realizarán aportaciones anuales proporcionales a la capacidad de sus buques, en un esquema de responsabilidad compartida y transparente. El fondo también se abrirá a contribuciones de otros eslabones de la cadena de valor:
La gobernanza del fondo será participativa, con un comité encargado de garantizar un uso riguroso de los recursos y de priorizar aquellos proyectos con mayor impacto positivo en la protección de los ecosistemas marinos.
Los FADs son una herramienta clave en la pesca de cerco de atún tropical: concentran cardúmenes y permiten mejorar la eficiencia, reducir tiempos de búsqueda y optimizar el consumo de combustible, lo que también contribuye a disminuir la huella de carbono de la actividad.
Pero su cara B es conocida: cuando quedan abandonados o pierden el control, pueden derivar miles de millas, encallar en costas sensibles o en arrecifes, o seguir pescando de forma pasiva, generando impactos sobre hábitats y especies no objetivo.
La alianza firmada en el Pacífico Oriental pretende precisamente abordar ese eslabón débil del ciclo de vida de los FADs: qué ocurre cuando dejan de ser útiles o se pierden. Con este fondo, los armadores se comprometen a financiar activamente su recuperación y reciclaje, reforzando la coherencia entre eficiencia económica y responsabilidad ambiental.
Para la flota española, la firma de esta alianza no es un gesto aislado, sino la prolongación de una trayectoria. Ya en 2010, los armadores agrupados en AGAC impulsaron un Código de Buenas Prácticas pionero a escala mundial, que puso la sostenibilidad medioambiental en el centro de la operativa de la pesca de atún tropical: liberación de especies acompañantes, FADs no enmallantes, formación de tripulaciones y cooperación científica.
Ahora, con la puesta en marcha de la Alianza Atunera para la Recuperación de Plantados en el OPO, se añade una pieza clave: la gestión del final de vida de los DCP.
“Este acuerdo supone un paso firme para consolidar nuestro compromiso de sostenibilidad y reforzar la convicción de que nuestra arte de pesca es una de las más responsables del mundo”, subraya Alfonso Beitia, presidente de AGAC, que ha defendido en la CIAT el valor de esta iniciativa como modelo exportable a otras zonas oceánicas.
La firma del acuerdo ha reunido a actores clave de cuatro países con flotas de cerco activas en el Pacífico Oriental:
Más allá de los armadores, la alianza se declara abierta a la participación de Organizaciones Regionales de Pesca (ORP), gobiernos, ONG y entidades conservacionistas, con la intención de construir una coalición multisectorial que combine capacidades operativas, conocimiento científico y legitimidad social.
Uno de los compromisos centrales es que los proyectos apoyados por el fondo compartan información con la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) y con otros organismos científicos. El objetivo es afinar el conocimiento sobre:
La información generada alimentará los debates de gestión dentro de la CIAT y contribuirá a diseñar medidas más efectivas para minimizar los impactos sobre hábitats sensibles y especies vulnerables.
La creación de un fondo financiero específico para recuperar y reciclar FADs se interpreta ya en el sector como una herramienta innovadora que podría replicarse en otros océanos donde operan grandes flotas atuneras de cerco.
Con esta alianza, la flota española y sus socios en Estados Unidos, Ecuador y Panamá refuerzan el perfil del atún tropical como uno de los productos marinos más regulados y vigilados del mundo, no solo en términos biológicos, sino también sociales y ambientales.
En un contexto de creciente escrutinio por parte de consumidores, administraciones y grandes cadenas de distribución, el mensaje es claro:
la competitividad del atún del Pacífico Oriental pasa por demostrar, con hechos, que cada atún capturado viene acompañado de un compromiso tangible con el océano que lo produce.
La Relación Económica 2025 confirma un punto de inflexión tras la crisis post-pandemia y energética,…
El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) ha…
Un sistema de pesaje a bordo que elimina estimaciones y aporta precisión, trazabilidad y control…
La Irish Fish Producers Organisation (IFPO) ha valorado muy positivamente la reunión mantenida con el…
El comité del convenio internacional rechaza por amplia mayoría incluir todas las especies del género…
La ONG acusa al Gobierno de “mirar hacia otro lado” mientras mercantes y pesqueros españoles…