La Unión Europea (UE) aprobó hoy un plan plurianual para promover la pesca a niveles biológicos sostenibles en aguas del Atlántico occidental, que incluye los caladeros desde el Golfo de Cádiz hasta el oeste de Escocia (Gran Sol) y especies como la merluza, el rape, el gallo o la cigala.El acuerdo fue alcanzado en «trílogo» -la Comisión Europea (CE) junto al Parlamento Europeo y el Consejo- y da luz verde a una propuesta del Ejecutivo comunitario presentada en marzo, que incluye cierta «flexibilidad» en las oportunidades pesqueras, para afrontar los objetivos de la Política Pesquera Común (PPC).
Esta establece que en 2020 los caladeros deberían alcanzar el llamado rendimiento máximo sostenible (RMS), la explotación de las mismas a niveles biológicos seguros.El acuerdo afecta a las flotas de Bélgica, Alemania, Francia, Irlanda, España, Portugal y el Reino Unido en las aguas del Atlántico y a las especies demersales -las que viven cerca del fondo-.
«Este plan nos permitirá continuar el desarrollo positivo hacia pesquerías sostenibles, con soluciones que se adapten a las necesidades específicas de los pescadores», afirmó el comisario de Pesca, Karmenu Vella, a través de un comunicado.
La CE destaca que «gracias a los esfuerzos conjuntos de la UE en los últimos años, muchas de las poblaciones de peces en aguas occidentales ya se pescan de manera sostenible».
«Para estas poblaciones, el plan plurianual permitirá a las organizaciones de gestión regional recomendar medidas adaptadas a sus pesquerías particulares, respaldando así la sostenibilidad continua. Para otras poblaciones, el plan apoyará la recuperación», defendió.
El acuerdo simplifica la gestión de las pesquerías en un marco regulatorio principal, y deroga los planes actuales para el lenguado en el canal occidental y el Golfo de Vizcaya, la merluza del norte y la merluza del sur y las cigalas ibéricas.
También propone una flexibilidad para las especies demersales más importantes comercialmente, como la merluza del norte y del sur, el bacalao, eglefino y merlán en el Mar Céltico y el lenguado en el Golfo de Vizcaya.
Para su adopción definitiva el acuerdo debe ser debatido y aprobado formalmente en la Eurocámara y el Consejo
