Los términos del acuerdo pesquero entre la UE y el Reino Unido van a quedar sometidos a una continua negociación hasta el punto que si para el día 20 de diciembre, de cada año, no hay acuerdo sobre el TAC de una especie, se capturará provisionalmente una parte de la cantidad propuesta por los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) hasta que se alcance un consenso. La flota comunitaria se quedará en manos de Londres hasta el punto que desde la Cooperativa de Armadores de Vigo, Hugo González, decía que «todos los años tratar de llegar a acuerdos con el Reino Unido va a ser duro y complicado». De esta manera, el Reino Unido y la Unión Europea negociarán cada año los totales admisibles de capturas (TAC) de los más de cien stocks que comparten.
El caso es que a partir del día 1 de enero, el Reino Unido recuperará la soberanía de sus aguas. Londres será el órgano máximo quien decia quienes van a poder pescar, según establecen las 1.264 páginas que marcan el postbrexit de aquí a dentro de cinco años y medio. Y si bien prevé que se puedan aplicar aranceles a los productos pesqueros en caso de ruptura del acuerdo por cualquiera de ambas partes, la desconfianza del sector pesquero europeo hacia los británicos conduce a sospechar que más tarde o más temprano llegarán las zancadillas en nombre de un principio que también encandila a Bruselas: la sostenibilidad. (Medioambientalmente entendida, claro).
El acceso mutuo a aguas y mercado está garantizado hasta junio del 2026. Cinco años y medio en los que la flota comunitaria pescará un 25 % menos de lo habitual, que ha pasado a manos de la flota británica. Con ese tajo ya hecho, a partir del 2026 la UE y el Reino Unido negociarán año a año la friolera de 119 stocks compartidos.
La sostenibilidad será la pauta de acción sobre el estado de las poblaciones será el credo de los británicos y en nombre de esa sostenibilidad se reservan el derecho a adoptar medidas de gestión y limitaciones del esfuerzo pesquero.
Se establece un comité especializado en la materia, que desarrollará lo establecido en el texto, como los mecanismos de intercambio de cuotas entre las partes o los planes plurianuales de conservación y ordenación pesquera como base para fijar totales admisibles de capturas (TAC). También regirá losprotocolos para la recogida de datos de pesca, proponer medidas para mejorar la selectividad de la pesca… En definitiva, mediar entre las partes y aplicar la cláusula de revisión de las condiciones de acceso pactadas.
La UE como el Reino Unido comunicarán «con tiempo suficiente» la lista de barcos para los que pretendan obtener licencia. Cada parte se responsabilizará de que sus buques cumplan las reglas y las condiciones del permiso otorgado. Podrán pedir licencia aquellos barcos que hayan pescado en las aguas del otro cuatro años en el período comprendido entre el 2012 y el 2016, cuando los británicos dijeron sí al brexit.
Antes del 10 de diciembre de cada año se celebrarán consultas para establecer los totales admisibles de capturas (TAC) y las cuotas del año siguiente, que deben estar acordados antes del 31 de enero de cada año. La decisión se tomará en base al mejor asesoramiento científico disponible y atendiendo también a criterios sociales y económicos. Podrán realizarse transferencias de cuotas entre las partes y modificar los TAC informándose mutuamente con antelación suficiente.
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