Con 3.500 kilómetros de costa, Marruecos tiene una fuerte tradición de pesca marítima, pero sus aguas están cada vez más amenazadas: la pesca industrial de múltiples flotas asolan el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico. Al mismo tiempo, los mercados están llenos de especies invasoras y cultivadas que no tienen ninguna relación con la cultura local. El 10 de mayo, Slow Fish discutió en Marruecos cómo las comunidades locales cómo se puede poner en marcha un desarrollo verdaderamente sostenible.
Pese a esta situación, algo está cambiando en Marruecos en vista del cambiante papel de la mujer en las aldeas costeras
Así, Latifah Dibe dirige la Asociación Marroquí de Mujeres de Tigri, que se centra en la recolección sostenible de mejillones y conchas marinas en la provincia de Tiznit, en el sur de Marruecos. En una pequeña aldea costera con vistas a acantilados rocosos, las mujeres recogen mariscos utilizando un método tradicional de recolección de mejillones que data de hace siglos. Su trabajo puede ser peligroso, ya que el Océano Atlántico tiene fuertes corrientes. La asociación, que se creó hace algunos años, ya ha hecho algunos progresos en cuanto a una mejor coordinación del trabajo de las mujeres y el reconocimiento del papel de las mujeres en la comunidad.
«Los mejillones que se cosechan son el ingrediente clave en las dietas de los hogares; nuestra organización ayuda a promover la venta y comercialización de estos productos tradicionales. La Asociación tiene como objetivo crear el contexto y las condiciones adecuadas para garantizar la independencia y la autonomía de las mujeres gracias a su trabajo cosechando productos como los mejillones».
La Asociación también desempeña un papel fundamental en la organización del festival anual de Tigri, que comenzó hace varios años y se ha convertido en uno de los eventos gastronómicos más importantes de la zona. Se dedica a la pesca marisquera y artesanal, y sensibiliza sobre los riesgos de la pesca irresponsable.
Igualmente,Fátima Atanane coordina una cooperativa para mujeres en el pueblo de Douira. Es la primera cooperativa de Marruecos que vende mejillones en envases al vacío. Históricamente, las mujeres de las aldeas costeras solían cosechar mejillones para sus familias, pero sus actividades cotidianas no se consideraban un trabajo; incluso si los mejillones se vendían localmente, aunque a precios muy bajos. La cooperativa trata de encontrar nuevas formas de conservar los mejillones, introducir nuevos métodos de secado y cocción y, finalmente, hacer que la actividad sea más lucrativa mediante la expansión de su mercado, obteniendo así un mayor reconocimiento de su trabajo por parte de la comunidad.
Un defensor de la pesca sostenible a pequeña escala
Houssine Nibani podría ser llamada a ser una mujer verdadera pionera en Marruecos. Es presidente de AGIR, que fue fundada en 2008 para apoyar la conservación de la costa marroquí. AGIR trabaja con más de 3.000 pescadores en todo el país e impulsa el desarrollo sostenible a nivel local y nacional.
«Uno de nuestros principales objetivos es promover el conocimiento de los ecosistemas y las mejores prácticas pesqueras. Tratamos de crear conciencia sobre las amenazas a nuestros ecosistemas, y trabajamos con expertos para crear estrategias para mitigar estas amenazas».
Nibani compartió algunos ejemplos que AGIR ha logrado a lo largo de los años, uno de los cuales fue convencer a los municipios locales de que no arrojen sus desechos directamente al mar. Actualmente, la organización está activamente involucrada en el intento de crear conciencia sobre la importancia de la pesca sostenible a pequeña escala.
«Los pescadores artesanales son víctimas de la pesca industrial. Vemos muchos casos en los que grandes barcos pescan en las zonas en las que sólo los pescadores artesanales deberían estar pescando. Las redes producidas por las mujeres pescadoras locales a pequeña escala a veces son destruidas por estos barcos de arrastre industriales», dice Nibani, cuya organización informa sobre las violaciones cometidas por los pescadores industriales a nivel nacional. «Es importante hacerlo porque a nivel local no es posible abordar temas tan complicados».
por Indre Anskaityte
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