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martes, abril 16, 2024
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Las mujeres representan el 5,4% de la pesca extractiva y el 62,9 % del total de mariscadoras

Mujer, titulada de alta cualificación marítimo pesquera, se enfrenta a la falta de oportunidades en el sector pesquero a las dificultades de conciliación y a los estereotipos de género del sector marino, incluidas supersticiones que se han mantenido hasta hace bien poco como que un cura y una mujer en un barco traían mala suerte. Contra todo esto luchan todos los días del año las mujeres en tierra y mar, con ayuda de iniciativas como el proyecto Redmar, que lidera la Fundación para la Pesca y el Marisqueo (Fundamar) y que busca la igualdad de oportunidades en el sector. Según datos del Instituto Social de la Marina de 2017, las mujeres representan un 5,4 por ciento de la pesca extractiva (1.243); sin embargo, alcanzan el 62,9 por ciento del total entre los mariscadores y son amplia mayoría en la industria auxiliar y de transformación.

No obstante, la soledad de las mujeres en tierra les proporciona, al mismo tiempo, independencia y libertad de toma de decisiones en ausencia del pescadorLas tripulaciones españolas cuentan con un 4 por ciento de mujeres, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero la cifra no distingue entre la pesca más artesanal o de bajura y la de altura, la que se practica lejos de casa, en países como Maldivas.

“La mayoría embarcan en artes artesanales por cuestiones de cercanía de casa, porque son barcos familiares, por estereotipos de género y supersticiones antiguas, ya que se relaciona a la mujer con tareas de tierra, procesamiento y manipulado del pescado y al hombre con la pesca. Pero hay mujeres que quieren embarcar y no gozan con la oportunidad”, ha explicado la gerente de la Fundación para la Pesca y el Marisqueo (Fundamar)–con 246 empresas y 347 barcos– María Caldeiro.

Precisamente, para buscar la igualdad de oportunidades en 2013 lanzaron, junto a la Organización de Productores de Buques Congeladores de Merlúcidos, Cefalópodos y Especies Varias (OPPC-3), el proyecto Redmar para evaluar la inserción de la mujer en buques pesqueros, ya que hasta la fecha ellas participaban en calidad de observadoras, biólogas o como control de pesquerías, todas ellas cualificadas, pero no en otras tareas marítimo pesqueras.

Tras analizar la situación, quedó “claro” que era importante fomentar la “empleabilidad” de las mujeres que querían dedicar su profesión al sector. En este contexto, apunta que la principal barrera es la falta de oportunidades, más que la falta de adaptación en la zona de tripulación o la conciliación, pero insiste en que “sobre todo la primera”.

Sin embargo, destaca el alto nivel de cualificación de estas, ya que la mayoría están tituladas. “No nos demandan puestos de marineras, sino estos otros”, afirma.

Durante 2018 pusieron en marcha el proyecto Redmar II, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, con el que se han realizado embarques de mujeres con titulación náutico-pesquera. Tras el proyecto, ellas han transmitido que “no ha habido ningún problema de convivencia y sus compañeros las ven como uno más”.

Sobre la conciliación opina que el programa permitirá “romper cuestiones” de género porque si un hombre puede estar tres o cuatro meses fuera, la mujer también. “La condición de mujer no significa que quieran tener una familia”, apostilla.

De ellas, una Arantxa Toriza Pérez, con 29 años y de Viveiro (Lugo) ya está de nuevo embarcada y pescando en Malvinas como segundo oficial de puente en el barco ‘Playa Pesmar Uno’ de Marín (Pontevedra). Desde allí ha manifestado a Europa Press que lo que más le gusta es el “mar en sí” y el trabajo en equipo y lo que menos estar “tan lejos de casa”.

Toriza observa que la discriminación a la mujer en el mar viene de la falta de oportunidades, ya que si un armador tiene currículos de hombres y mujeres opina que “lo más probable” es que cojan al primero, pero asegura una vez dentro si se demuestra valía “no hay discriminación”. Al mismo tiempo, no ve “ventajas ni desventajas” por ser mujer en un barco y que cobra “lo mismo” que sus compañeros.

En cuanto a las dificultades diarias considera que la habitabilidad debe ser adecuada para ambos, y después “es tan fácil como cuando compartes piso con más hombres y mujeres”. Arantxa Toriza defiende que sus compañeros “nunca” la han hecho de menos y se siente y ha sentido “siempre muy respetada”.

Lo único que pide es que le den “un empujoncito” a los armadores para que prueben con quien tenga ganas de trabajar sea hombre o mujer y respecto a la conciliación familiar cree que “cada uno tendrá que negociar según sus necesidades”. Admite que durante los meses de embarazo y lactancia una mujer no embarca pero después, “hombres y mujeres deberían tener el mismo derecho a conciliar y embarcar”.

Matriarcados

Desde el puerto de Vigo, la armadora de Ventas Recaré, Pilar Estévez, no se ha encontrado en su vida discriminación pero quizá tenga que ver con el hecho de que es nieta de patrón e hija de armador, de cuya mano llegó a la empresa, desde la que dirige tres barcos que pescan en Gran Sol. “Me han aceptado en todo momento”, ha afirmado a Europa Press.

Estévez quiere destacar también “en tierra” las mujeres ejercen “verdaderos matriarcados” donde hace y deshacen su vida familiar.

Sin embargo, sí ha observado dificultades para introducir a las mujeres en tripulaciones pero garantiza que en sus barcos “no hay resistencia alguna” y ya ha “avisado” a sus tripulaciones de que este año irán mujeres a bordo sus barcos en “cualquier” tarea sin que hasta ahora haya observado “mala cara alguna”.

“Estamos preparados”, dice Estévez que cree que a las mujeres de sus barcos les será “fácil” conciliar porque sus campañas son mareas de 14 o 15 días fuera de casa. “Nada impide a una mujer conciliar 15 días, aunque necesita una red de apoyo”, reconoce la armadora.

Por su parte, Uxía López-Doriga Sandoval, de Vigo, está casada con un marino, es hija y nieta de marinos y tiene una alta cualificación. Ha realizado trabajos desde 2012 como observadora, bióloga en barcos en Canadá, Islandia, Noruega, sin “ninguna mala experiencia o discriminación”, pero constata que el sector va “a ralentí” en la incorporación de la mujer y existe “techo de cristal”.

Tras varios años en el mar, ahora realiza su tesis doctoral en Barcelona. Fue en un embarque en Noruega donde conoció a su marido, Juan, que se enrola durante tres meses en barcos, segundo oficial de puente, y después descansa un mes en el que acude a Barcelona para estar juntos. “Una de las ventajas es que él se puede desplazar donde yo estoy”, celebra.

Por su parte, Pilar Carracelas sueña con que llegue el próximo mes de diciembre porque su marido, después de 30 años en el mar, se va a jubilar. Así, relata una vida de “incertidumbre” y “soledad” en la crianza de sus hijos, que la han hecho “dura” en la toma de decisiones.

A pesar de esta soledad, Pilar ha ejercido como administrativa en Vigo “con la ayuda de su madre” que cuidaba mientras tanto a sus hijos. “Tuve a mi primer hijo a los 22 años y el segundo a los 26 y los crié sola, pero para él era peor, él se iba y estaba solo varios meses fuera. Ha sido muy duro, pero si quieres a la persona… no cambiaría nada”, afirma con alegría, aunque añade que la primera vez que su marido se embarcó, ella lloró durante 40 días.

También recuerda la vida de renuncias en la que se acompañaba de muchas amigas con maridos también marinos y pescadores, con las que ha visto pasar la vida y compartido dificultades. “Éramos todas muy valientes”, asegura.

Desde luego, cree que su marido se adaptará perfectamente a su vida en tierra y como ella aún no se jubilará será él quien se encargue de las tareas del hogar, excepto planchar, que no le gusta, y disfrutará más de su nieto de 16 meses de lo que pudo disfrutar de sus propios hijos.

Asamblea de Anmupesca

La Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca se sumó a las movilizaciones del 8M convirtiendo su asamblea anual, celebrada hoy en Sevilla, en un acto de defensa y visibilización del papel de la mujer en el sector pesquero. “Ésta es una fecha de enorme trascendencia para todas las mujeres de España. Hoy es nuestro día, como lo son todos, pero hoy tenemos quizás la responsabilidad de reflexionar sobre nuestro papel y la dirección que debemos tomar para continuar mostrándonos a la sociedad”, ha destacado Rita Míguez, presidenta de ANMUPESCA.

La Asamblea fue inaugurada por la presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet , “quien siempre estuvo apoyando a la pesca desde sus anteriores responsabilidades y hoy tenía que estar aquí”, ha asegurado Ángeles Cayuela, presidenta de la Asociación Andaluza de Mujeres de la Pesca. Según Marta Bosquet “es importante que se sepa quiénes son las mujeres de la pesca porque estadísticamente o bien no existen, o la realidad no se asemeja a lo que reflejan los números oficiales”.

Carmen Crespo, consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía anunció durante la clausura de la asamblea que Asociación Andaluza de Mujeres de la Pesca tendrá representación en los órganos consultivos de la administración pesquera autonómica. También se ha comprometido a “convocarlas pronto para hablar de formación”. Carmen Crespo ha asegurado que quiere “trabajar mucho para hacer visibles” a las mujeres del sector pesquero de Andalucía.

Ángeles Cayuela, presidenta de Andmupes, ha aprovechado la presencia de la responsable de Pesca para solicitarle “que la asociación andaluza de mujeres de la pesca siga contando con el apoyo que hasta ahora habían tenido; y que se puedan terminar de constituir las organizaciones provinciales que faltan para consolidar Andmupes”.

En España trabajan en el sector de la pesca unas 60.000 personas de las que alrededor del 16% son mujeres. Por Comunidades, Galicia es la que registra el mayor número de trabajadores y trabajadoras, con más de 20.000 profesionales, de los que 1 de cada 4 son mujeres. En este indicador, le siguen Madrid, Comunidad Valenciana y las Islas Baleares.
“Es curioso, porque a todas nos unen los mismos problemas”, advierte Rita Míguez, “me estoy refiriendo a cuestiones como la falta de visibilidad de nuestro trabajo; la inexistencia de datos cuantitativos y estudios cualitativos de nuestra contribución en el sector de la pesca; la necesidad de mejoras laborales; el reconocimiento de enfermedades profesionales que nos afectan especialmente o la escasa presencia en los órganos de toma de decisiones”.

Mujer, pesca e igualdad

La Asociación ha conmemorado esta fecha editando un documento de compromiso con la mujer, la pesca y la igualdad en el que ratifica su apuesta, entre otros objetivos, por “avanzar en la profesionalización de nuestras ocupaciones parar mejorar las condiciones sociolaborales de las mujeres de la pesca; acabar con las desigualdades de género en el sector; o empoderar a las mujeres de la pesca para romper los techos de cristal que impiden su progreso profesional y personal”. (se adjunta documento)

“En definitiva, nos comprometemos a progresar, a no dar un paso atrás, a defender nuestros derechos y a cumplir con nuestras obligaciones pero desde una posición en pie de igualdad con nuestros compañeros”, ha subrayado Rita Míguez. La presidenta de ANMUPESCA ha señalado además que en la Asamblea se han abordado “cuestiones que nos preocupan, como las subidas de la Seguridad Social de este año, la falta de representatividad de ANMUPESCA en órganos de toma de decisión, la preocupación por continuar profesionalizando nuestras tareas para convencer al sector de que nuestras ocupaciones son fundamentales para su desarrollo y otros muchos asuntos relacionados con la problemática de las mujeres en el sector pesquero”.
Es la primera vez que ANMUPESCA celebra su asamblea anual en una Comunidad Autónoma donde tiene representatividad. En la reunión han participado cerca de medio centenar de representantes de las 30 organizaciones que integran actualmente la Asociación.
La Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca se constituyó en mayo de 2016 con el firme objetivo de visibilizar el trabajo de la mujer en el sector de la pesca en España. Con apenas tres años de trayectoria, ANMUPESCA ha pasado de 12 entidades a las 30 actuales, aglutinando bajo sus siglas a 15.000 socias y socios de seis Comunidades Autónomas: Andalucía, Asturias, Cantabria, Galicia, Comunidad Valenciana y Madrid.

Ser visibles

La Consejera de Pesca de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo resalta la importancia de hacer visibles a las mujeres que trabajan en el sector pesquero
La consejera ha anunciado que se concederán 44.000 euros para respaldar los proyectos propios de la Asociación Andaluza de Mujeres de la Pesca

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha recalcado que «tenemos que pelear por muchas cosas pero sobre todo por ser visibles, porque estar, hemos estado siempre, la única cuestión es hacernos visibles y en este sector, aún más». Así se ha posicionado Crespo durante la clausura de la Asamblea General de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca), donde ha manifestado su compromiso «para ayudaros en ese objetivo que es común».

El acto, celebrado en Sevilla, ha contado también con la participación de la presidenta del Parlamento de Andalucía, Marta Bosquet, la presidenta de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca, Rita Míguez, y la presidenta de la Asociación Andaluza de Mujeres de la Pesca (Andmupes), Ángeles Cayuela.

En su intervención, la consejera de Agricultura ha comentado la necesidad de sacar a la luz el potencial y capacidad de trabajo de las mujeres, ya que su labor ha sido imprescindible para alcanzar el desarrollo actual de la sociedad y, en concreto, de las zonas que dependen de la pesca. De hecho, hasta hace poco, las mujeres no tenían el mismo acceso, por ejemplo, a las subvenciones que concedía la Consejería para respaldar la labor que desempeñan las entidades representativas del sector pesquero. Sin embargo, hoy las asociaciones de mujeres de la pesca se han incluido entre los posibles beneficiarios.

Precisamente, el departamento que dirige Crespo está ultimando los trámites de concesión de una ayuda de 44.000 euros para AndMuPes. Este incentivo, que cubre al 100% la solicitud realizada por la entidad, supone duplicar el apoyo público que percibía anteriormente esta asociación y, por tanto, es una muestra de la apuesta firme del Gobierno andaluz por respaldar a las mujeres del sector pesquero. Entre otras actuaciones, este incentivo respaldará proyectos como la organización de un encuentro de mujeres andaluzas del sector pesquero con representantes del Reino de Marruecos.

Por otro lado, la consejera ha resaltado también la importancia del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), que «queremos dinamizar y simplificar para que el acceso sea mucho más ágil y en ese trabajo estamos en este momento».

Vertebración del sector pesquero

La titular de Pesca ha puesto en valor la labor de las asociaciones de mujeres promoviendo la igualdad y ha recalcado que cuentan con el apoyo de la Junta de Andalucía para continuar trabajando en ese sentido. «Vamos a defender la igualdad de oportunidad de las mujeres en todos los ámbitos porque somos el 50% de la sociedad y tenemos que estar en el 50% de los cargos de responsabilidad y por supuesto en el 50% de los sectores, y especialmente en éste de la pesca donde habéis dado muchos pasos y vamos a seguir dándolos conjuntamente», ha remarcado.

Las trabajadoras del sector pesquero se organizan actualmente a nivel nacional a través de Anmupesca, que representa a un total de 15.000 mujeres de seis Comunidades Autónomas. En Andalucía, por su parte, cuentan con Andmupes, que a pesar de su reciente creación (2018) cuenta ya con 160 socias.

En total, en Andalucía trabajan en el sector pesquero alrededor de 20.800 personas (casi 4.800 mujeres) sumando el empleo de la pesca extractiva, la acuicultura, la industria transformadora, el comercio en las lonjas y las actividades auxiliares. En cuanto a los subsectores, destaca la industria de transformación, donde las mujeres concentran el 52% y, por el contrario, se observa poca presencia de empleo femenino entre los profesionales de los buques de pesca (1%), del marisqueo a pie (2%) o la acuicultura (11%).

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