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martes, marzo 19, 2024
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Denuncian que anchoa de Cantabria sólo se envasa, tras pescarse y procesarse en el extranjero

Comisiones Obreras ha denunciado que varias etapas del proceso productivo que convierte el bocarte en anchoa en conserva ya no se realiza en Cantabria ni en España, pues se pesca en otros caladeros, se procesa fuera y solo se trae a Cantabria para ser envasado. Como consecuencia, prácticamente han desaparecido trabajos tradicionales como el salazón, el cortado, el escaldado y el fileteado, que eran parte del proceso productivo. Antes se hacían en torno a 500 octavillos por persona y día, mientras que hoy una operaria puede hacer 5.000 «porque su única tarea es meter la anchoa en una lata», ha denunciado el sindicato, que estima que en la última década se han perdido alrededor de 2.000 empleos en el sector conservero de Cantabria y que, en la actualidad, sólo unas 70 empresas mantienen la actividad.

«El 80% de ellas tiene un contrato fijo discontinuo de duración incierta, una situación que se agrava y las perjudica enormemente cuando cae la actividad y concluye cada campaña»

La Federación de Industria de CCOO presentó ayer lunes en Laredo a delegadas del sector la campaña #PescarDerechos, que pretende mejorar las condiciones laborales de las 1.200 trabajadoras de este ámbito y reducir los «elevados niveles de precariedad» que sufren las trabajadoras en la industria del pescado. «El 80% de ellas tiene un contrato fijo discontinuo de duración incierta, una situación que se agrava y las perjudica enormemente cuando cae la actividad y concluye cada campaña porque viven presas de un tipo de contrato a todas luces discriminatorio», ha denunciado el sindicato en un comunicado. En este sentido, CCOO ha recordado que el 94% de las personas que trabajan en empresas conserveras de Cantabria son mujeres. Sin embargo, son los hombres los que tienen un contrato indefinido y cobran un 20% más.

El problema está, según fuentes sindicales, en que la industria del pescado «menosprecia el trabajo femenino». El centenar de hombres que trabaja en Cantabria en el sector de la conserva realiza las tareas mejor remuneradas y tiene un contrato indefinido que les permite trabajar todo el año. Sin embargo, las mujeres, que fundamentalmente desempeñan su trabajo en el área de producción, tienen un contrato fijo-discontinuo. Su relación laboral con la empresa queda suspendida cuando cesa la actividad y entran en situación de desempleo. Cuando agotan la prestación, no tienen derecho a otro subsidio porque su relación laboral no está extinguida. Si a este hecho se une la poca actividad que existe en el sector porque se ha externalizado gran parte del proceso productivo a otros países, el tema se agrava considerablemente para estas trabajadoras.

A esta «discriminación contractual» se le une la «discriminación salarial»

A esta «discriminación contractual» se le une la «discriminación salarial». Los trabajadores, situados en su mayoría en el nivel 6 del convenio colectivo, cobran entre un 15 y un 20% más que las mujeres que trabajan limpiando y envasando pescado. Según CCOO, la patronal «se ha negado, negociación tras negociación, a corregir esta injusta situación con el pobre argumento de que los incrementos que se realicen en el área de producción dispararán la masa salarial».

Para acabar con esta discriminación, el sindicato ha «batallado durante años», ha subrayado, apuntando que en octubre CCOO lanzó la campaña #PescarDerechos en el conjunto del Estado para presionar y tratar de mejorar las condiciones que se aplican en las empresas de conservas de pescado, «que soportan los peores niveles de la industria alimentaria». La campaña #PescarDerechos combatirá en todo el Estado los abusos de las ETTs (empresas de trabajo temporal), denunciará a las subcontratas, presentará demandas por discriminación salarial y reclamará la antigüedad perdida

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